Portugal ha conseguido superar la crisis de forma sobresaliente. Su economía crece a ritmo superior a la media de los países de su entorno, con grandes niveles de inversión, convirtiéndose en un atractivo mercado para las empresas y los empresarios.
En estas circunstancias, es imprescindible conocer la manera correcta de penetrar en estos mercados teniendo en cuenta su idiosincrasia y sus formas de trabajar. De otro modo, estas oportunidades se pueden convertir fácilmente en amenazas.