Perú, uno de los países de mayor diversidad del mundo, cuenta con un mercado de 32 millones de consumidores y una media de crecimiento económico del 4% en los últimos años, lo que unido a una mayor estabilidad socio-política, le ha permitido aumentar las inversiones, el poder adquisitivo y desarrollar las infraestructuras y el sistema financiero.
La creciente clase media demanda un mayor volumen de bienes de consumo vía importaciones, mientras que la minería y construcción son mercados de oportunidad para los sectores de bienes de equipo y bienes intermedios.